Cristina Kirchner revitaliza su liderazgo y prepara el regreso al Instituto Patria para construir la fortaleza opositora
La Vicepresidenta se mantendrá activa luego de la asunción de Javier Milei. Primeras señales de reorganización interna dentro de peronismo. Incertidumbre sobre la renovación en la conducción
Cristina Kirchner no se va ir a su casa después del 10 de diciembre. Ni va a dar por terminado su liderazgo político sobre una parte importante del peronismo. Mucho menos va a correrse del mapa político de la nueva oposición. Lo dejó en claro ayer cuando saludó a los trabajadores del Senado en la despedida de su lugar como presidenta de la Cámara alta.
“No me voy a ningún lado, ya saben dónde encontrarme, voy a estar acá cerquita, a dos cuadras en el Patria”, les dijo. La frase tuvo un alto contenido simbólico. La Vicepresidenta dejó en claro que a partir del domingo, cuando Javier Milei asuma la presidencia de la Nación, lo único que cambiará será su lugar en el mapa político de la Argentina. Estará en la oposición, pero activa como siempre.
El Instituto Patria será una de las terminales donde el peronismo discuta cómo reconfigurarse. Creado en el 2016 por Oscar Parrilli luego de un pedido de CFK y ubicado a pocas cuadras del Congreso, en Rodríguez Peña 80, “el Patria”, como se lo llaman vulgarmente en el mundo K, se convirtió en el centro de operaciones de la actual Vicepresidenta durante los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri.
Hasta esas oficinas fueron dirigentes de todas las jerarquías y cualidades. Gobernadores, intendentes, legisladores, concejales, dirigentes sociales y sindicales. Fue la base de poder y el centro de negociaciones del kirchnerismo fuera del gobierno. Todo indica que volverá a ser lo mismo, aunque en esta oportunidad el liderazgo de Cristina Kirchner cautiva a un sector del peronismo, y no a la totalidad, como sucedió ocho años atrás. Un matiz del presente.
“Va a seguir militando en el peronismo y lo hará desde el Patria. Es un lugar de referencia para un montón de dirigentes. Es un lugar que tuvo actividad política todo este tiempo, pero que ahora tendrá más relevancia porque ella va a estar ahí”, indicaron desde el entorno de la Vicepresidenta a Infobae.
Algunos dirigentes que la frecuentaron el último año se fueron del Senado con la idea de que ya no ocupará el centro de la escena política. ¿Qué quiere decir eso? Que no tiene intenciones de volver a ser presidenta, por lo cual su liderazgo tiene una limitación fundamental para el peronismo que es la proyección electoral.
En gran medida, su conducción está acotada al kirchnerismo y los sindicatos afines porque su poder en las urnas ya no es el antes. Tuvo una degradación con el paso del tiempo que fue comprobada por los intendentes y de la que ella es consciente. Cristina ya no es lo que era en términos electorales, pero sigue siendo la principal líder política del peronismo.
Sus limitaciones en las elecciones no modifican su rol. Seguirá jugando un papel fundamental en la discusión política que ya se abrió en las arterias peronistas y que empezará a tomar mayor velocidad a medida que transcurra el gobierno libertario, y se hagan efectivas las primeras medidas económicas del presidente libertario.
“¿Si no es Cristina, entonces quién? No hay nadie. Y nadie se anima”, se sinceró un histórico dirigente del PJ, que tiene una mirada crítica sobre su rol en la conducción del espacio, pero acepta que, por el momento, no hay nadie que le haga sombra a su conducción. Que haya una nueva generación al frente del espacio dependerá, entre otras cosas, de que ella abra el juego e impulse una renovación apoyada en su espalda política.
Algunos dirigentes que la frecuentaron el último año se fueron del Senado con la idea de que ya no ocupará el centro de la escena política. ¿Qué quiere decir eso? Que no tiene intenciones de volver a ser presidenta, por lo cual su liderazgo tiene una limitación fundamental para el peronismo que es la proyección electoral.
En gran medida, su conducción está acotada al kirchnerismo y los sindicatos afines porque su poder en las urnas ya no es el antes. Tuvo una degradación con el paso del tiempo que fue comprobada por los intendentes y de la que ella es consciente. Cristina ya no es lo que era en términos electorales, pero sigue siendo la principal líder política del peronismo.
Sus limitaciones en las elecciones no modifican su rol. Seguirá jugando un papel fundamental en la discusión política que ya se abrió en las arterias peronistas y que empezará a tomar mayor velocidad a medida que transcurra el gobierno libertario, y se hagan efectivas las primeras medidas económicas del presidente libertario.
“¿Si no es Cristina, entonces quién? No hay nadie. Y nadie se anima”, se sinceró un histórico dirigente del PJ, que tiene una mirada crítica sobre su rol en la conducción del espacio, pero acepta que, por el momento, no hay nadie que le haga sombra a su conducción. Que haya una nueva generación al frente del espacio dependerá, entre otras cosas, de que ella abra el juego e impulse una renovación apoyada en su espalda política.