A dos meses de la muerte Lucía Rubiño, familiares y amigos marcharán para pedir Justicia este próximo viernes.

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Pasaron dos meses de la tragedia que sacudió a la provincia y que se cobró la vida de Lucía Rubiño Montilla, cuando fue atropellada por un automóvil en medio de un confuso hecho, en el que en la previa se registraron picadas y peligrosas maniobras que alertaron a vecinos y a las autoridades. A pesar del paso del tiempo, uno de los dos imputados -en el suceso que fue conocido como la picada mortal– permanece todavía detenido y por ello su defensa insiste con su liberación.

Se trata del menor involucrado en el episodio que investiga la Justicia, quien fue imputado por homicidio simple por la jueza de Menores, María Julia Camus, y como consecuencia quedó con la restricción de libertad en el Instituto Nazario Benavídez. Por otra parte, su situación procesal difiere bastante a la del otro conductor implicado, Juan Pablo Echegaray, que fue imputado por un delito menor y, además, permanece en libertad.

Si bien fue N.M el que embistió a la joven de 16 años con su Renault Sandero, los peritos de la investigación señalaron que Echegaray tuvo participación en el episodio y por eso la fiscalía lo acusó por homicidio culposo. Pese a la vinculación a la causa, el chico de 18 años continuó libre aunque se le fijaron medidas coercitivas para resguardar el proceso penal.

Tras ese ajuste de calificación de parte del fiscal Iván Grassi, el abogado defensor del menor, Nasser Uzair, planteó ante la jueza de Menores el inmediato cambio de imputación y su liberación. Sin embargo, esa presentación hasta el momento no ha sido contestada por la magistrado del Juzgado Penal de la Niñez.

En ese sentido, el defensor remarcó en su presentación la diferencia con Echegaray, quien el 7 de noviembre quedó formalmente acusado. Desde ese día, el abogado insiste con la liberación no sólo por los plazos vencidos que rigen sino también por los argumentos jurídicos que avalan la liberación de su patrocinado.

Es que en este tipo de casos, cuando un menor y un mayor de edad están acusados por el mismo hecho, la causa que más peso tiene es la del implicado más grande. Eso aplica para las imputaciones, como así también para las condenas, ya que la pena que reciba el mayor de los imputados repercutirá en la que reciba el menor. Es por eso que siempre se debe aguardar a las definiciones de los juicios de los mayores, para después conocer la sentencia que impacta en los menores.