Juan Valiente titular de la empresa que maneja las ambulancias públicas, salió a desmentir la versión de los trabajadores y disparó contra el Sindicato Médico como responsables de una campaña de desprestigio de la empresa y el servicio que brinda.

9

Los empleados del servicio público de Ambulancias 107, que es concesionaria la empresa SMI, realizaron un fuerte reclamo en el que denunciaron sueldos desactualizados, ambulancias fuera de servicio, falta de médicos, carencia en los insumos y que no reciben el almuerzo o cena. Sobre esta situación, el titular de la firma, Juan Valiente, salió a desmentir la versión de los trabajadores y disparó contra el Sindicato Médico como responsables de una campaña de desprestigio de la empresa y el servicio que brinda.

Valiente dialogó con Canal 13 desmintió a los trabajadores del servicio de ambulancias. El empresario señaló que si las condiciones no son las óptimas respecto a las unidades que deben prestar servicio y la cantidad de personal médico, como también de insumos, el Gobierno, a través del Ministerio de Salud le revocaría el contrato porque tienen esa potestad.

En relación a la alimentación, Valiente sostuvo que el pliego cuando se adjudicó la licitación no existe ningún artículo o ítems que señale la obligatoriedad de brindar la comida a los empleados.

El servicio de ambulancias ya tuvo un conflicto con los empleados y desde entonces, Valiente explicó que no se tomaron médicos que pertenecieran al Sindicato Médico con el fin de evitar conflicto, es decir, una escena repetida de lo que había sucedido antes. Con este antecedente, el empresario se encargó de señalar al Sindicato Médico como responsable de estos reclamos. Para Valiente, todo es parte de un movimiento del gremio que quiere desprestigiar a su empresa, al frente de las ambulancias del Estado.

El titular del SMI apunta a un problema que tuvo con un empleado que fue despedido por mal desempeño y que lo nucleaba el gremio ATSA. Según Valiente, el trabajador buscó reclamar por el desempleo a través del sindicato de la sanidad pero no logró su cometido, porque desde ATSA entendieron que no había motivos para ejecutar una defensa del puesto laboral, por lo que terminó yendo el exempleado al Sindicato Médico, donde fue acogido y se accionó este plan para desacreditar el nivel de prestación que hace del servicio.